¿Qué es el Periodismo? El periodismo es el oficio o la profesión que tiene como fin buscar noticias e información para que la sociedad siempre esté enterada de lo que ocurre a su alrededor. Si se define como oficio o profesión es porque puede ser cualquiera de las dos, ya que, anteriormente, para ser periodista no era necesario estudiar una carrera universitaria, y aunque en la actualidad esto sucede en muchos casos, hoy en día en muchas universidades existe la carrera de comunicación social, en donde, además de estudiarse las bases del periodismo, se enseña todo lo concerniente a los medios de comunicación.
No obstante, es importante tener en cuenta que para hacer un excelente periodismo no basta con estudiar comunicación social, pues se necesita práctica, mucho trabajo y, sobre todo, mucha pasión y amor por lo que se está haciendo, pues si bien es cierto que conseguir una noticia puede ser relativamente sencillo, la dificultad que implica el oficio del periodismo reside en darle un adecuado manejo, en saber cómo comunicarla, cuándo y en dónde.
El periodismo selecciona qué hechos pueden constituirse en noticia y decide la presentación de la información, optando por un enfoque y asignándole un espacio o tiempo de exposición determinados. En otras palabras, es el periodismo el que moldea y construye la "verdad noticiosa", la que debería ser siempre una representación fiel de los hechos.
La revolución industrial trajo como consecuencia que los hombres entraran en contactos con las maquinas, los instrumentos con los que se hace comunicación día a día, son operados por seres humanos ellos son los que le ponen el toque a lo que ocurre en la prensa, entonces si el periodista ejerce corrupción a través de medio estará viciado por lo que hace.
De manera que el medio es como un cuchillo en las manos de un carnicero, el cuchillo en las manos de un carnicero cumple una función positiva en tanto es para rebanar la carne, pero ese mismo cuchillo en las manos de Jack el destripador cumple una función negativa porque es para matar a alguien. Los medios son una vía que debemos utilizar de forma favorable.
Teóricamente el periodismo debe responder a la verdad, a la búsqueda del bien común y la estricta observancia de la ética periodística. Sin embargo, en la práctica, responde a la voluntad de un periodista, con sus particulares prejuicios e intereses; a un editor leal a la línea establecida por los propietarios del medio; a un departamento de mercadeo de prensa que debe decir "sí" en todo a los anunciantes; a dueños que miden su "compromiso con la verdad" según las utilidades de los estados financieros y sus relaciones con la elite económica y política; y todos ellos influenciados o presionados por el gobierno, partidos políticos, grupos empresariales y otros que buscan beneficiarse o evitar salir perjudicados con los contenidos noticiosos.
En Republica Dominicana el periodismo funciona y se ha desarrollado bajo un equilibrio de reglas escasamente compatibles entre política, mercado y servicio público. Así como hay muchos buenos ejemplos de periodismo, también están los vergonzantes que subsisten y prosperan mediante relaciones promiscuas con el poder, contenidos inescrupulosos y falsos discursos.
Corrupción en el periodismo es el uso de los recursos y el poder noticioso para favorecer o beneficiar intencional e ilegítimamente los intereses de un partido político, una empresa, un funcionario público, un pariente o amigo, en detrimento de la veracidad y en perjuicio de la colectividad. En otras palabras, es el uso irregular de la información por quienes inciden e influyen -directa o indirectamente- en los contenidos noticiosos.
Sus responsables directos son los periodistas, editores y dueños de medios que se prestan a jugar con la información, e indirectamente intervienen los gobiernos, partidos políticos, anunciantes, empresas de publicidad y "amigos" del medio.
Los problemas de los bajos salarios de los periodistas y de una sociedad excesivamente corrupta son las principales razones para que un periodista caiga en actos de corrupción que atentan contra la moral y el código de ética profesional que debe cumplir.
Sin embargo, mientras haya prácticas dentro del periodismo que socaven su independencia, solvencia y credibilidad, todos los buenos esfuerzos seguirán siendo opacados y desacreditados. En otras palabras, para fortalecerse, el periodismo tiene una enorme necesidad de señalar y limpiar la corrupción que pueda existir en su interior.
Algunas formas de corrupción en el periodismo son:
- La creación ficticia de hechos noticiosos para confundir o distraer la opinión pública.
- Las campañas infundadas para destruir la imagen de una persona o grupo que no es afín a la ideología de los dueños de los medios o que amenaza el "status" de los grupos económicos y políticos a los que está vinculado el medio.
- La promoción desproporcionada de candidatos a puestos públicos afines con la orientación política del medio.
- La presentación descontextualizada de las noticias para distorsionar las conclusiones del público;
- La censura sobre temas y contenidos noticiosos que puedan ofender a los anunciantes o al partido gobernante.
- Las tendencias y acciones para monopolizar la propiedad de los medios de comunicación y el control de las frecuencias radioeléctricas, y la exclusividad de las fuentes informativas.
Cabe señalar que la corrupción en el periodismo no es un fenómeno que surge y progresa de forma aislada. Siempre que hablemos de corrupción tenemos que verla como un tejido, una interacción de diversos sectores que se alimentan y benefician de ella, de un sistema que si no es frenado va penetrando en todas las relaciones sociales.
Hay que tener en cuenta que quienes propician la comunicación son los propios ciudadanos, si hay corrupción en los medios son los propios ciudadanos que los corrompen, porque los medios por si solos no pueden ser corrompidos ya que son una vía para defender la información.
El mal que puede causar un periodista es multiplicado a diferencia de lo que otra persona de la sociedad pueda hacer ya que el periodista tiene acceso a las grandes masas, otra de sus considerables consecuencias es que a un periodista incurrir en actos de corrupción trae consigo efectos sobre la sociedad empañando automáticamente su carrera y credibilidad.
Ahora bien, sería irresponsable y peligroso señalar la corrupción dentro del periodismo, si no se reflexiona sobre cómo forjar compromisos para enfrentarla, y se toman medidas concretas para erradicarla. Es tiempo de que todos los involucrados en el periodismo asuman la tarea de ir frenando la corrupción interna.
Obviamente enfrentar la corrupción en el periodismo no es una tarea fácil, ni algo que los periodistas y medios, trabajando en forma aislada, puedan lograr. Lo importante es comenzar y hacerlo con acciones y alianzas que, aunque pequeñas, sean concretas y tengan impacto.
El periodismo está en crisis y el hundimiento de su prestigio e imagen solo es comparable al de los políticos, todavía más intenso. Los miles de periodistas que han renunciado a la independencia crítica y abandonado el servicio a la verdad para tomar partido, han dejado de ser periodistas y se han convertido en comisarios políticos y en miembros de la odiosa “policía del pensamiento”. Los profesionales debemos asumir que, cuando alguien abandona la independencia y se alinea con alguno de los poderes dominantes, también abandona voluntariamente una profesión que nació vinculada a la verdad.
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